Una piel grasa no necesita crema hidratante.
¡Cómo voy a usar crema si tengo mil brillos en la piel?!
No te va a pasar nada por usar crema hidratante, sino más bien LA NECESITAS.
La necesitas para poder mantener la correcta estructura de la piel y con ello la imprescindible función barrera.
Empecemos hablando de la piel. La epidermis (capa más externa de la piel) está constituida por las famosas células muertas o corneocitos y entre estos una capa de grasa mezclada con agua y bacterias llamada manto lipídico. Es este manto el responsable de la función barrera, por ello un desequilibrio de la grasa, agua o microbiota llevaría a una alteración de la barrera cutánea.
Tenemos un problema. Una piel grasa está ya desequilibrada, pues presenta una sobreproducción de sebo apartando el agua de la ecuación. Si además hablamos de que la producción de grasa es una manera que tiene nuestra piel de hidratarla, nos encontramos que tenemos una piel con mayor producción de grasa, menos agua, y por ende deshidratada. Una maravilla. El jefe de sala va a mandar a fabricar más grasa a modo compensatorio y vamos a acabar con más grasa, un poquito más de grasa, otro poquito más de grasa y aun así deshidratación.
A ello súmale el miedo generalizado a usar una crema hidratante. Pues de esta manera nos encontramos con una piel completamente deshidratada y una función barrera completamente alterada.
Aprendamos a cuidar nuestra piel y dejar atrás los mitos.
Si tienes una piel grasa hidrátala, busca una crema no comedogénica, oil free específica para tu tipo de piel con activos seborreguladores como la niacinamida, el ácido salicílico, el ácido azelaico o retinoides y pasaras de odiar tus brillos a adorar tu luminosidad.
Un jabón para la piel grasa mejor si es astringente.
Dia a día he escuchado en la farmacia que lo mejor para la piel grasa son los jabones de azufre o las pastillas caseras
Consejo: deja a un lado los remedios caseros si lo que te preocupa es tu piel.
Este tipo de jabones astringentes acaban maltratándola día a día.
¿Maltrato mi piel? Sé que no era tu intención, no pasa nada porque le ponemos solución rápidamente. Cuando usamos jabones con una formulación astringente eliminamos parte de nuestra grasa creando así una alteración del manto lipídico y con ello la función barrera.
Al alterar la función barrera dejamos la piel desprotegida frente a cambios de temperaturas, bacterias, contaminación y radiación solar. Sería abrirle la puerta e indicarles con luces de neón el camino para dañar nuestra piel. “Luz UVA por aquí tienes el ADN para alterarlo” “Bacterias siga todo recto y encontrarán el comedón perfecto para seguir alimentando ese granito” “Luz azul al fondo cuando pases unas 6 puertas de capas llegarás al melanocito para empezar a comenzar como profe en la guardería de las manchas”
Cuidar la piel es importante desde la limpieza hasta la última fase donde ponemos nuestro fotoprotector y por ello debemos de hacerlo conscientemente. Debemos ser conscientes que cada paso es un escalón que ayudará al siguiente a realizar su función. Si un escalón falla, falla la rutina.
La limpieza siempre debe de ser enfocada al tipo de piel y al estado de la piel. Siempre debe de basarse en una limpieza respetuosa con el manto lipídico.
¿Y entonces que tipo de jabón debemos usar en pieles grasa?
Debe de ser en un jabón que sea específico para pieles grasas y por consiguiente que su composición esté rica en activos seborreguladores. Los activos que más se observan en jabones para pieles grasas son concentrados en ácido salicílico, alfa hidroxiácidos (ácido láctico, ácido glicólico o ácido cítrico) o sales de zinc.
Ahora bien, tras explicar por qué no usar jabones astringentes, abro melón.
La doble limpieza.
La doble limpieza consiste en emplear por la noche 2 productos de limpieza, primero una base oleosa y segundo una acuosa. De esta manera conseguimos potenciar al máximo la limpieza.
Pero ¿tan importante es? Siento decir que sí. Sí, porque para poder retirar productos oleosos y contaminación de nuestra piel necesitamos una limpieza más exhaustiva. Un claro ejemplo es la retirada del filtro solar de la piel. Los filtros solares son sustancias químicas, físicas o minerales que se adhieren en la piel.
De esta manera concluimos con los conceptos claros para realizar una correcta limpieza en pieles grasas, Limpieza por la mañana más doble limpieza nocturna. Y así rompemos también con el mito de que si no me maquillo no me tengo que lavar la cara.
Este producto X cerrará tu poro
Error 404. No el poro no se cierra. Es físicamente imposible cerrarlo.
Empecemos explicando que es el poro exactamente. El poro es un orificio de salida que tenemos en la piel. Se trata del propio orificio por el que sale cada folículo piloso y donde se encuentra escondidita la glándula sebácea.
Es decir, es el túnel al exterior del pelo y la grasita de la piel.
¿Pero, si uso X productos ya no se me ve tanto?
Y aquí, llevas razón el poro no se cierra, pero SÍ SE DISIMULA. Se disimula mediante la limpieza.
Como bien hemos comentado nos encontramos frente a un túnel en la piel, un túnel por el que termina entrando cualquier sustancia que aterriza en nuestra piel, desde agua, pasando por bacterias hasta la propia contaminación. Y todas estas sustancias se acoplan al túnel a modo de suciedad, oscureciéndolo y haciéndolo así mucho más visible, ya que ha pasado de tener la tonalidad de la piel a un color mucho más oscuro por todos los restos.
Ahora bien, hay, además de la limpieza, activos que disimulan la piel. Estos son nuestros amigos exfoliantes como serían los alfa hidroxiácidos, retinoides o ácido salicílico, capaces de ir eliminado las capas externas de la piel consiguiendo una piel más lisa y luminosa disimulando de esta manera los poros.
Sigue nuestros consejos para mejorar la piel día a día.